Casa Castillo

"De tapas por Cádiz" vuelve a la carga. Después de 3 meses sin postear, los críticos de este blog se han puesto las pilas, y en algunos casos las botas, para comentar nuevos establecimientos de la hostelería gaditana. Y hoy nos vamos a centrar en uno que nos ha llamado poderosamente la atención, y que refleja perfectamente el espíritu de este blog, es decir, tapear por Cádiz. Se trata de "Casa Castillo".

"Casa Castillo" se encuentra en una de las calles más típicas de Cádiz: la calle Zorrilla. Dicha calle, aparte de ser objeto de numerosos chistes, es una de las calles de tapeo por excelencia en el Casco Histórico gaditano. Rodeado de numerosos establecimientos, "Casa Castillo" pasa desapercibido en un principio. Por eso me parece interesante que la gente descubra este pequeño bar, mesón, tasca o como queráis llamarle.

Al entrar en el restaurante, la primera impresión no es muy halagüeña que digamos (¡Qué mala pinta tiene ésto, Dios mío!). No es que el sitio parezca antiguo ni esté mal cuidado. El problema es que, a primera vista, parece más bien una cafetería o un bar con tapas "imaginativas" como la ensaladilla o el pincho de tortilla (esto último era sarcástico). Pero no os dejéis engañar por vuestros ojos, que a menudo juegan malas pasadas y darle una oportunidad al sitio. Eso, si encontráis hueco, porque es bastante pequeño. Dispone de una corta barra y unas 3 ó 4 mesitas, por lo que es conveniente ir tempranito. Aunque nosotros fuimos a las 3 y tuvimos suerte. Yo le llamo la suerte del tapeador.

Pasemos a lo importante: la comida. La carta se surte de tapas y raciones variadas, pero con un toque gaditano y andaluz. Nada de nombres rimbombantes. A los platos fijos, le podemos añadir una serie de especialidades que van cambiando dependiendo del día (o eso me dió la impresión, porque estaban escrito a boli en la carta). Mucha variedad entre carnes, pescados y algún guiso y todo elaborado caseramente, lo que se nota nada más degustar los platos.

Sobre todas las especialidades, destacan las croquetas de bacalao. Cuando nos las sirvieron, creímos que se habían confundido, porque nos pusieron una especie de albóndigas aplastadas. Anonadados ante la visión, nos dispusimos a probar la ración y alucinamos con lo exquisita que estaba. Una gran tapa, a la par que original por su elaboración. Yo la catalogaría como la tapa estrella del local. Además, otras tapas reseñables son los chipirones rellenos, la carne con tomate o el bacalo al pil pil. Por contra, el atún encebollado no está del todo conseguido y, por lo menos el que probamos nosotros, estaba más ensangrentado que los colmillos de la comparsa "Los Trasnochadores". Pero bueno, no todo puede ser perfecto y la sensación general es ampliamente satisfactoria.

Llegamos al punto más temido por todos: el precio. La verdad que como yo no pagué, a mi me supo todo a gloria bendita. Pero creo que pedimos 5 o 6 medias raciones, con sus respectivas bebidas (mi compañero y yo bebemos más que un catador de mojama) y sin postres. No pedimos postres porque, según los encargados, de momento se están dedicando a las "tapitas". Esperemos que cojan fuerza y empiecen a experimentar con la repostería. Pues lo dicho, con lo que pedimos y siendo 4, creo recordar que se pagó sobre unos 50 euros. Por lo tanto, el precio me parece bastante razonable y adecuado a la calidad del producto.

En cuanto al servicio (no el W.C., sino los camareros), no destaca por su destreza ni premura. Pero vamos, está al nivel del restaurante. Eso sí, cuidadito con los comentarios, que el personal está ojo avizor a lo que se dice, y mi compañero de críticas casi fue apaleado por el cocinero (que surgió de la nada detrás nuestra) por apuntar que las croquetas del mercadona están buenísimas. La verdad que, comparadas con las de bacalao que comimos allí, entiendo que quisiera apalearlo.

En resumen, y para que quede claro, "Casa Castillo" ha sido una satisfactoria sorpresa para nosotros. Si hay que definirlo de algún modo, diría que es un sitio "güeno, güeno" para tapear. Debo de agradecerle la recomendación a mis padres, que fueron los culpables de que descubriéramos el sitio (si ellos escribieran un blog sobre este tema, si que se harían famosos). Por tanto, animo a todos los seguidores del blog, que vayan y prueben el sitio y que comenten sus impresiones. Y si este mes que entra, "Casa Castillo" nota una subida de clientes, que se acuerden de estos humildes críticos y se peguen una "conviá".

Mi valoración: Según el cocinero del local: "Para darse chocazos contra la pared". Yo más bien me quedaría en un: "Rico, rico y con fundamento"